Trilogía Destrucción

1° Siniestro

 

 

DarkRomance Erotico Mafia Contemporaneo 

Cuando la fichó supo que la muerte no era suficiente castigo, iría por su hembra.

Alaska Wells había tenido una vida normal y estaba a punto de casarse, lo que no imaginaba era que aquel auto no iba rumbo a la iglesia sino a un aeropuerto, había sido Cuando la fichó supo que la muerte no era suficiente castigo, iría por su hembra.

Alaska Wells había tenido una vida normal y estaba a punto de casarse, lo que no imaginaba era que aquel auto no iba rumbo a la iglesia sino a un aeropuerto, había sido vendida al demonio vivo por deudas de sangre.

El juego estaba sobre la mesa, obtendría su libertad al precio que sea aunque para ello tenga que aceptar sus más oscuras peticiones, sin imaginar que aquel hombre Siniestro no solo era un psicópata asesino, sino pura candela capaz de cambiar hasta sus propias reglas.

La mafia no olvida a sus enemigos, mucho menos le perdona las deudas. Él no iba por sangre, sino por su hembra.

2° Salvaje 

Cuando la fichó supo que jamás le despegaría los ojos a su hembra.

Alaska Wells había sobrevivido al secuestro del mafioso más importante de Grecia. La ahora internacional modelo de pasarelas estaba a punto de rehacer su vida, pero no contó con que el destino la sometería en un juego peligroso al ser subastada al mejor postor.

Las armas estaban sobre la mesa, el pasado regresaba con sus peores pesadillas cuando aquel hombre que juró destruir volvía para reclamar a su hembra, sometiéndola en un infierno lleno de perversión, poder y candela, cambiando incluso sus propios deseos.

«Los ojos del diablo jamás se despegan de su víctima y tú le perteneces»

3° Letal 

“Me perteneces, niña, y aunque te alejes…los ojos del diablo nunca te dejarán ir, peor aun si llevas algo mío en tus brazos”

Tres años, tres meses, tres días era lo que el reloj había marcado. Lo único que sabía Alaska Wells era que le pertenecía al ser que la fichó y del que no podría escapar nunca, pero tenía suficientes razones para mirarlo a la cara otra vez ahora que ya no eran solo los dos en el juego.

De cuerpo ardiente, mirada sombría y pedante, tomarlo en su boca nunca fue una necesidad tan dolorosa, sin embargo, el hombre al que un día había odiado y amado parecía no regresar a su vida con las mismas intenciones ¿Amor o venganza? El desenlace final que podría cambiarlo todo.