1º King of The South
Es el año 1919, y la Gran Guerra ha terminado. Mientras todos recogen los pedazos de sus vidas, sólo tengo copiosas cantidades de alcohol y mujeres que me mantienen unido.
La mayoría de los hombres con los que fui a la guerra no llegaron a casa, incluyendo a mi mejor amigo, Miles. Creí saberlo todo sobre él hasta que descubrí que me hizo albacea de la dote de su hermana menor Rainey.
Rainey Pleasonton es cualquier cosa menos agradable. La mayoría de los hombres de Charleston la encontraban salvaje y despreocupada, lo que explicaba por qué tenía veintiocho años y seguía soltera.
Tengo sesenta días para ayudarla a encontrar un marido antes de que pierda su herencia, el legado de su familia, y pierda la última de mis facultades mentales.
El único problema es que la he visto pasar de ser una niña que nos perseguía con un arco y una flecha a ser la única mujer del Sur inmune a mi encanto. ¿Y los hombres que una vez le tuvieron miedo a Rainey? Ahora encuentran a "le savauge" seductora, y no me interesa ni un poco...
2º Lady Gouldian
Sólo tenía ocho años, cuando Asa Calhoun se convirtió en mi único y verdadero amor. Era el mejor amigo de mi hermano. Era estoico y solemne, y siempre creía que todo en la vida tenía que ser perfecto. Pero yo veía más allá de sus excentricidades.
Lo encontraba fascinante.
Tenía diecisiete años cuando tuve mi baile de debutantes. A lo largo de los años, hubo un cambio gradual entre nosotros. Dejé de ser la hermana pequeña que él siempre había conocido y me transformé en una dama. Al finalizar esa noche, él me encontró fascinante.
Tenía veintiún años cuando me besó por primera vez. Mi único y verdadero amor se convirtió en mi alma gemela.
Estaba segura de que nada se interpondría entre nosotros.
Me casé a los veintitrés años. Pero no era la esposa de Asa Calhoun. En ese momento creí que era lo mejor, dejando atrás Belgrave y mis recuerdos de Asa.
Tenía veintiocho años cuando murió mi marido. El dolor fue rápido y fuerte. Vi lo que podría haber sido y todo lo que dejé ir. Incluyendo a Asa.
Casi siete meses después estoy de vuelta en Charleston, porque seis años de corazón roto es demasiado para cualquiera.
Asa me dijo una vez que siempre sería mi hogar, pero ¿seguirá pensando en esas palabras cuando atraviese las puertas de la iglesia y me oponga a su matrimonio?
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